Hablemos del Vértigo
El vértigo es una sensación de mareo o movimiento giratorio que puede afectar seriamente la calidad de vida. Quienes lo padecen sienten que todo gira a su alrededor, aun estando quietos. Este síntoma puede tener diversas causas, desde alteraciones del oído interno hasta problemas neurológicos. En este artículo se abordan sus posibles orígenes, síntomas frecuentes y qué alternativas naturales y terapéuticas pueden ayudar a mejorar esta condición.
¿Qué es exactamente el vértigo?
El vértigo no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de alteraciones en el sistema vestibular, responsable del equilibrio.
Causas comunes incluyen:
Vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB)
Enfermedad de Ménière
Neuritis vestibular
Migrañas vestibulares
Problemas cervicales (cervicogénico)
Síntomas que suelen acompañarlo:
Mareo con sensación de giro
Náuseas o vómitos
Pérdida del equilibrio
Zumbidos en los oídos
Dificultad para enfocar la vista
¿Cuáles son los factores que lo agravan?
Ciertos hábitos y condiciones pueden intensificar los episodios de vértigo:
Falta de sueño o descanso insuficiente
Estrés y ansiedad crónica
Cambios bruscos de posición corporal
Exposición a luces intensas o sonidos fuertes
Dietas altas en sal o cafeína (en casos de Ménière)
Evitar estos factores puede ayudar a reducir la frecuencia y gravedad de los episodios.
Tratamientos médicos convencionales
En muchos casos, los tratamientos médicos se centran en controlar los síntomas o tratar la causa subyacente.
Entre las opciones más utilizadas están:
Maniobra de Epley (para VPPB)
Medicamentos como betahistina, meclizina o diazepam
Antiinflamatorios en casos de neuritis
Terapia física vestibular
Cirugía (en casos severos de enfermedad de Ménière)
Siempre se recomienda consultar con un especialista antes de iniciar cualquier tratamiento.
Alternativas naturales y terapias complementarias
Además de la medicina convencional, existen terapias naturales que pueden ser beneficiosas para quienes buscan opciones complementarias.
Algunas alternativas incluyen:
Acupuntura: Ha mostrado efectividad en mejorar el equilibrio y reducir náuseas.
Fitoterapia: Hierbas como el Ginkgo biloba pueden mejorar la circulación cerebral.
Masajes cervicales: Especialmente si hay tensión muscular o problemas posturales asociados.
Homeopatía o terapia floral: En casos donde el vértigo se asocia al estrés.
Ejercicios de rehabilitación vestibular: Guiados por fisioterapeutas especializados.
Consejos prácticos para el día a día
Quienes padecen vértigo pueden aplicar algunos cuidados diarios para evitar recaídas o controlar mejor los síntomas:
Evitar movimientos bruscos de cabeza
Levantarse lentamente de la cama o de una silla
Mantenerse hidratado
Dormir con la cabeza ligeramente elevada
Evitar mirar fijamente pantallas durante mucho tiempo
Incorporar técnicas de relajación como respiración profunda
¿Cuándo acudir al médico?
El vértigo debe ser evaluado si:
Se presenta de forma recurrente
Acompaña a pérdida de audición o visión
Se asocia a debilidad en un lado del cuerpo
Hay dificultad para hablar o caminar
No mejora con maniobras o tratamiento básico
Estos casos podrían indicar una causa más seria, como un problema neurológico, y requieren atención médica inmediata.